De seminarista (I)

miércoles, 21 de abril de 2010

Mi relación con la Iglesia siempre ha sido muy estrecha. Ya siendo niño fui monaguillo en la Parroquia de mi pueblo, Corral de Almaguer, como expliqué en la anterior entrada.

En aquellos tiempos se vivía en España, sobre todo en la rural, un fervor religioso muy marcado. Rara era la familia que no tenía algún miembro o pariente cura o monja. Para algunos, el hecho de consagrar su vida a Cristo era una llamada espiritual, pero para otros era una oportunidad inmejorable para poder estudiar y poder labrarse un futuro digno, en un país donde la tasa de analfabetismo era similar a la que hoy puede existir en países llamados tercermundistas.

Mi madre murió cuando yo apenas tenía 3 años, y yo vivía con mi abuela mientras mi padre, "El tío Jaro", trataba de ganar el pan para la casa. Pues bien, el caso es que la mañana del 21 de septiembre de 1954, a eso de las 6 de la mañana, partía hacia Uclés con el objetivo de ingresar en el Seminario Menor de Santiago Apóstol. Me acompañaba mi tío Doroteo, que previamente había enganchado dos borricos al carro donde antes había cargado un colchón, un baúl y otros cuantos bultos necesarios para mi estancia allí.

Para ir a Uclés había que transitar por unos caminos nada parecidos a las carreteras actuales, pasando por Cabezamesada, Horcajo de Santiago, Torrubia del Campo, Almendros, Villarrubio y Rozalén del Monte. Tras más de 5 horas de duro viaje, llegamos al seminario a las 11 de la mañana. Nada más llegar me esperaba el examen o prueba de admisión, que superé. Una vez que fui declarado apto, allí me quedé y me despedí de mi tío.

De aquella época guardo muy gratos recuerdos, aunque las comodidades eran más bien exiguas. El invierno lo pasamos sin calefacción, y con agua fría, tras los fríos muros del monasterio. Todas las mañanas debíamos levantarnos muy temprano, sobre las 6 de la mañana, para asearnos, rezar y estudiar. A pesar de las incomodidades y del frío, todo se superaba con el calor de los compañeros y el afecto de los profesores.

De seminarista en el Monasterio de Uclés

Recuerdo perfectamente al Rector de esa época, el Rvdo. D. Feliciano Torremocha, a los superiores y a todos los profesores, como D. Feliciano, D. Dimas, D. Ildefonso, D. Martín, D. Vicente o D. Ricardo. También recuerdo con aprecio a todos los compañeros de clase de ese curso, que formábamos una piña en la que nos refugiábamos aquellos días en los que echábamos de menos a la familia y a los amigos del pueblo. Recuerdo con especial afecto a Medina, a Jarabo, a Luna, a Anguix, a Brox, a Balenchana y a Martínez. Muchos eran de Uclés, otros de Cuenca o de Madrid.

La lista completa de compañeros, entre los cuales me incluyo, es esta:

- José Aguado Martínez

- Manuel Arcediano Guerrero

- Indalecio Arcos Montoya

- Julián Arquero Arquero

- Antonio Arroyo Abad

- Félix Bermejo Remiro

- Manuel Brox Tello

- Jesús Buendía Martínez

- Nicolás Cardiel González

- Cesáreo Chaves López

- Victorino Díaz Díaz

- Vicente Ferrer Martínez

- Mariano Estaban Segura

- José María Fernández Patiño

- Vicente Ferrer Martínez

- Dativo Fraile Cabrejas

- José de la Fuente de la Fuente

- Jesús García Villasante

- Lucio Gómez Brihuega

- Florentino González Pérez

- Manuel Higueras Higueras

- Juan José Huélamo Carlos

- Francisco Isidro Rodríguez

- Antonio Jarabo Jarabo

- Luis Jarabo Martínez

- Bernabé Laborel Jiménez

- Ángel Lahoz Checa

- Tomás Lara Salido

- Julio Lorenzo Antón

- Antonio Mancheño Santiago

- Julián Martínez López

- Antonio Martínez Maroto

- Manuel Martínez Moset

- Juan Martínez Osma

- Juan José Martínez Rubio

- Antonio Mazario Delgado

- Francisco Medina Hernández

- Vidal Medrano Solera

- Abel Molina de Dios

- Julián Montoya Orozco

- Baldomero Morales Villalba

- Santiago Morillas García

- Antonio Ortega Hernáiz

- Casto Ortega Ortega

- Rafael Peláez Laserna

- Francisco Peñarubia Zamora

- Canuto Peralta González

- Anselmo Prieto Huerta

- Ángel Recuero Martínez

- Juan José Rodríguez Santos

- Antonio Romero Ladrón de Guevara

- Jerónimo Rozalén Romeral

- Abel Saiz Gómez

- José Luis Salcedo Ruiz

- Manuel Sanz Cambero

- Bienvenido del Saz Ortega

- Amadeo Sepúlveda Muñoz

- Constantino Tragacete Vaquero

- Agustín Vieco Valencia

- Nicolás Villalba González

- Modesto Núñez Utiel

No todos finalizamos nuestros estudios en Uclés. Yo mismo, al año siguiente, fui trasladado al Seminario Menor de Toledo, ya que en aquel año Corral de Almaguer pasó a pertenecer a la Diócesis de Toledo, en lugar de al Obispado de Cuenca.

Fue sólo un año, pero fue un año intenso, lleno de anécdotas y de momentos inolvidables, tantos que todavía sigo yendo a Uclés casi a diario. Todavía guardo muy buenos amigos allí, tanto en el monasterio como en el pueblo, y todos los años soy el encargado de montar el belén parroquial junto con algunos lugareños que me ayudan como si fuese un vecino más. Uclés es para mi como un tesoro aún por descubrir, y su monasterio la joya que lo corona. Magnifico lugar para el retiro, el recreo y el disfrute. Un buen amigo mío, paisano que vive en Quintanar de la Orden, suele decir que es un pecado ser de La Mancha y no conocer Uclés, y yo no puedo más que darle la razón.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El fervor religioso que dice este señor que se vivía en la España rural (por su edad entendemos que en la postguerra) no era mas que una forma de supervivencia. También se debía a la ignorancia ya que los indices de analfabetismo eran muy altos. También había mucha gente que tenía miedo de significarse en contra de la iglesia ya que se les perseguía y se les fusilaba. Conclusión: hambre, ignorancia y miedo = Fervor religioso.

Antonio Mancheño dijo...

Gracias anónimo por el comentario.
Evidentemente, esa es su opinión. Yo que lo viví, tengo otra totalmente contraria, y por eso lo cuento en este blog.
Saludos.

Anónimo dijo...

y omama y o papa sin venir y un dia pare otro

Mª José Rozalén dijo...

Mi padre es Jerónimo Rozalén Romeral, él salió del seminario y hasta hoy gracias a Dios vive y muy bien, en Valencia, se casó en Valencia en el año 72 y somos tres hermanos, y sigue felizmente casado.
El nos recuerda mucho lo que vivió de pequeño y cuando estudió en Uclés. Si alguien quiere ponerse en contacto con él puede hacerlo al correo electrónico mjrozalen@yahoo.es. Saludos a todos.